A menudo, cuando doy a probar un cuchillo a un amigo o a un cliente, veo que lo agarran como si fuera un martillo. Y no, no es así: sólo si es un cuchillo grande y vamos a machetear con él se debe agarrar así:
En general, la mayoría de los cortes con cuchillo se dan agarrándolo como hace un percusionista de Jazz con los palillos de la batería: los dedos pulgar e índice hacen la mayor presión, cerca de la hoja, y los otros dedos simplemente envuelven el resto del mango. Si se necesita hacer más fuerza, puede apoyarse el pulgar en el dorso de la hoja. Si se tiene que hacer un corte “a la contra” (con el filo hacia arriba), la postura es la misma. Y si el corte tiene que ser muy preciso, se apoya el índice en el dorso de la hoja.
Se puede agarrar el cuchillo estilo ”martillo” en un fuerte corte “a la contra” pero no es frecuente. Y también se puede coger estilo martillo para agarrarlo en plan “puntilla de remate”, pero creo que nunca he agarrado un cuchillo de esta manera en, digamos… treinta años.
No sé, si fuera un asesino ninja quizá tuviera que usar así un cuchillo, pero afortunadamente no lo soy. Además, no creo que incluso como arma sea muy eficaz ese agarre: recuérdese la prueba concluyente en “Doce hombres sin piedad”.
¿Existe el cuchillo de monte ideal?
I – Forma de la hoja.
II – Perfil de afilado.
III – Aceros.
IV – ¿Forjado o mecanizado?.
V – Mangos.
VI – Agarres.
VII – Fundas.
VIII – ¿Industrial o artesanal?.
IX – Epílogo.