Construcción tutorada de instrumentos en mi taller
Desde el diseño hasta el barnizado, con mis planos u otros proporcionados, o incluso a partir de un kit, puedo guiar la construcción en mi taller de un instrumento musical personal. Desde flautas de pico a zanfoñas, desde un tambor a un Nyckelharpa sueco… Se va construyendo a medida que voy enseñando. Los ritmos y períodos de trabajo se establecen de mutuo acuerdo.
Curso de Construcción de instrumentos musicales
Construcción de un instrumento de cuerda sencillo (aprox. 50 horas) : cítara, rabel, salterio…
Presentación
La finalidad de un curso de estas características es, obviamente, la construcción de instrumentos musicales; pero también, y simultáneamente, un acercamiento a técnicas de trabajo manual y al conocimiento teórico del funcionamiento interno de los útiles de la música. Ello abarca desde el papel acústico de las rosetas u oídos hasta el origen de nuestra escala musical actual.
No pretende un curso así – y difícilmente lo conseguiría en su corta duración – formar personas expertas en tan compleja artesanía como es el oficio de “luthier”, pero puede ser fascinante constatar que, con aplicación y algo de habilidad, puede salir de manos principiantes un instrumento musical correctamente realizado, con el que se pueden acompañar canciones, entretener horas muertas, ilustrar clases, sorprender a las amistades, o profundizar en su práctica o la construcción de éste u otros instrumentos. Todo, salvo colgarlo en la pared a modo de disecado objeto decorativo.
Finalizado el curso, cada instrumento quedará en propiedad de la persona que lo haya construido.
Materiales
La organización proporcionaría las materias primas (maderas, clavijas…) así como las herramientas profesionales necesarias y las superficies de trabajo. Las personas asistentes vendrían provistas de los siguientes materiales:
- Lapicera o portaminas (0,5) y goma de borrar.
- “Cutter” estrecho o cuchilla de modelismo. En cualquier caso, de punta aguda (40º). Cuchillas de recambio.
- Regla graduada de 60 cm, escuadra de mecánico (10 cm) y cartabón de dibujo.
- Sierra de arco y “pelos” finos (nº1-2) de recambio.
- Martillo mediano.
- Escofina mediana.
- Lima de metal (de unos 10 cm) de paso fino.
- Sargentos, presillas o gatos ajustables (2).
- Pincel plano de buena calidad, de una pulgada de ancho (1″).
- Frasco de cristal para limpiar el pincel.
- Trapos, preferentemente de algodón, que no suelten pelo (tipo Sábana vieja).
- Un bote pequeño de cola blanca.
- Ropa y calzado adecuado para el trabajo.
Debe considerarse que la manipulación de estos materiales y herramientas necesita de una cierta habilidad, por lo que se desaconseja la asistencia a personas sin NINGUNA experiencia en el trabajo de la madera.
Programa
- Toma de contacto con las herramientas.
- Nomenclatura de las partes de un instrumento.
- Materiales I. La madera. Propiedades de las distintas clases de madera. Tipos de corte. Secado. Tratamientos varios.
- Materiales II. Otros. Hueso, nácar, metales, etc.
- Accesorios (Clavijas, tensores, cuerdas…).
- Planos y medidas.
- Preparación de tacos y tablillas.
- Breve historia evolutiva de los instrumentos de cuerda.
- Acercamiento a cuestiones estilísticas y decorativas.
- La tapa armónica, el barraje y sus funciones acústicas.
- Plegamiento de tablillas.
- Marquetería e incrustaciones.
- Tallas simples.
- Acabados. Barnices sencillos y comerciales. Tintes, barnices y lacas especiales.
- Escalas musicales y cálculo tonal.
Organización
El curso necesita un mínimo de horas de taller para poder completar cada instrumento. La experiencia nos dice que son necesarias unas 50 horas de trabajo. Para no desaprovechar tiempos muertos (secado de barnices, de cola…), se introducen enseñanzas de tipo teórico (historia, afinaciones, acústica…) o se inician procesos que servirán más tarde en el acabado del instrumento (trasteado del mástil, cálculo del diámetro de las cuerdas…).
El tiempo total del curso puede ser concentrado durante días completos: vacaciones, un “puente” y/o varios fines de semana; o bien ser distribuido a lo largo de la semana en sesiones de dos o tres horas en horario vespertino. Esta última fórmula, a menudo preferida mayoritariamente, es no obstante, menos eficaz, al darse un mayor número de “tiempos muertos”. De todas formas, cualquiera de las dos modalidades es factible.
Asimismo dispongo de un proyecto para la enseñanza completa del oficio de luthier, organizado en tres niveles, cada uno de dos cuatrimestres, que incluye también la construcción de instrumentos de viento y de percusión.
De interés para Ayuntamientos, centros cívicos o culturales, Escuelas-Taller, centros de Formación Profesional, conservatorios de Música…